Existen muchos casos relacionados con posesiones y fenómenos
paranormales, pero el de Eleonore Zugun ha sido uno de los casos más
debatidos por científicos y parapsicólogos. En 1926, una pequeña niña
campesina rumana de 13 años de edad, fue llevada a Londres para una
serie de experimentos en el Laboratorio Nacional de Investigación
Psíquica por parte de una condesa vienesa con un profundo interés por la
parapsicología. 11 meses antes de su llegada a Londres, la joven
Eleonore supuestamente había sufrido ataques espontáneos tanto de
actividad poltergeist como de estigmas en su frágil cuerpo. Ante la
preocupación de los aldeanos del pequeño pueblo de Talpa, Rumania, a que
estuviera poseída, los habitantes del pequeño pueblo decidieron llevar a
Eleonore a un asilo. Fue en este punto donde apareció la condesa
Wassilko-Serecki que al saber del caso adoptó a la pequeña niña, antes
de hacer el viaje definitivo a Londres.
El 16 de abril 1927, “The Advertiser” informó sobre el extraño caso de una niña rumana que había sido objeto de “una serie de experimentos científicos”
en el Laboratorio Nacional de Investigación Psíquica. El caso
conmocionó a la opinión pública, pero también muchos expertos afirmaron
que se trató de un fraude, aunque una gran cantidad de testigos vieron
los extraños fenómenos que rodearon a la pequeña Eleonore.
Inicios de la activad poltergeist
Eleonore Zugun, (aunque se dice que su nombre era “Leonor”),
nació en Talpa, Rumania, el 24 de mayo de 1913. Se dice que en febrero
de 1925, cuando tenía doce años, se dirigió a casa de su abuela en el
pueblo cercano de Buhai. Ella encontró algo de dinero por el camino que
cogió sin pensarlo para comprar caramelos, que comió sola. Cuando sus
primos descubrieron esto, hubo una conmoción, sobre todo por parte de la
abuela de Eleonore, una conocida bruja local. La anciana le dijo a la
chica que “Dracu (el diablo)”, dejó el dinero en el camino para
que ella la cogiera, comprara los caramelos y así ella nunca estaría
libre de Dracu. Según la familia, la actividad poltergeist comenzó el
día siguiente.
La anciana bruja decidió que la niña pasara la noche en su casa como
método de protección. Al día siguiente, unas misteriosas piedras
aparecidas de la nada fueron lanzadas desde el exterior de la casa,
rompiendo las ventanas. Objetos pequeños como cuadros, platos o vasos
cerca de Eleonore se movían por su sí solos, como una extraña fuerza
oculta los empujara. Su abuela tenía la creencia de que la pequeña estaba poseída por demonios
y habló con los ancianos del pueblo estando de acuerdo con la anciana
bruja. Eleonore fue enviada de vuelta a casa de sus padres, pero tres
días después, los fenómenos paranormales comenzaron de nuevo. Hubo una
situación en especial donde la familia de Eleonore estaba cenando en la
cocina cuando una piedra del río húmeda y redonda entró en la casa a
través de una ventana. El Sr. Zugun, padre de Eleonore, cansado con la
situación solicitó la ayuda de un sacerdote que grabó una cruz en la
piedra y la arrojó al río cercano. Pero poco tiempo después, la misma
piedra volvió a entrar a la cocina por la misma ventana. Ante el
desespero de la familia Zugun, estos creían que este diablo llamado
Dracu era tan fuerte que podía desafiar el poder de la señal de la cruz.
Ante la imposibilidad de vivir con Eleonore, la familia envió a la
pequeña a casa de unos vecinos, donde la actividad continuó. Los
aldeanos del pueblo decidieron llevarla al manicomio local.
Pero estuvo poco tiempo, ya que ella consiguió huir para regresar a su
casa. Hay que recordar que en esos momentos, algunos casos de personas
con trastornos psiquiátricos eran considerados poseídos, mientras que
existían casos reales de posesión que se les trataban de locos. Entonces
el padre de Eleonore decidió pasar al siguiente paso, el exorcismo.
Pero muy a lo contrario de lo esperado, las ventanas del pueblo
explotaron en diminutos fragmentos, además de los utensilios de cocina
esparcidos por todas las casas. Hubo una peregrinación y una misa
especial para Eleonore, los incidentes se intensificaron, hasta tal
punto de que ella fue enviada a un convento. Pero los misteriosos
fenómenos continuaron en el convento, donde una mesa pesada empezó a
levitar, además de extraños ruidos y misteriosas sombras hacían su
aparición entre los habitáculos de las religiosas. Hubo más exorcismos,
pero nada sirvió para ayudar a la pequeña niña. Eleonore fue declarada
loca y enviada a un asilo.
Investigación psíquica
El caso de la niña
llamó la atención de los medios de comunicación que despertaron el
interés de los investigadores psíquicos. Fritz Grunewald fue el primero
en investigar el caso, dirigiéndose a Talpa para entrevistar a los
testigos de la actividad poltergeist de algunos de los incidentes. Él
convenció al padre de Eleonore para que la liberaran del manicomio y así
podérsela llevar a Alemania para poder realizar una investigación a
fondo. Pero por desgracia, Fritz murió en extrañas circunstancias antes
de que pudiera encontrar un lugar para ella. Poco después de este
suceso, la condesa Zoë Wassiliko-Serecki se llevó a la niña, adoptándola
y protegiéndola en su casa en Viena, en septiembre de 1925.
La
condesa Wassiliko-Serecki estaba interesada en la investigación psíquica
y quería observar a la chica más de cerca. Ella documentó más de 1.070
manifestaciones entre poltergeist y estigmas. Estas manifestaciones
incluían misteriosas tintas derramadas sobre la cama de Eleonore, sus
zapatos aparecían llenos de agua, las costuras de sus vestidos
desaparecían, sus juguetes se rompían sin que nadie los tocara, sus
libros aprecian completamente destrozados, extraños sonidos de objetos
que golpeaban el suelo y la desaparición de artículos misteriosamente. La condesa también relató un episodio relacionado con estigmas que afectaron a la pobre chica:
“Un
ejemplo de la manifestación de estigmas ocurrió ayer por la mañana en
mi presencia. Poco después de que había entrado en la sala observé una
marca que estaba apareciendo en el brazo de la muchacha. Mientras lo
observaba, se convirtió en una serie de verdugones de color rojo, además
de marcas hinchadas que quedan en la carne debido a un golpe o una
presión que perfectamente podría haber sido causado por un látigo o un
bastón. Estoy convencida de que ni la chica ni nadie puedo haber
infringido cualquier golpe. A los pocos minutos las marcas habían
desaparecido. Unos minutos más tarde, mientras yo estaba ayudando a
Eleonore a cerrar un reloj en forma de gato, vi como unas ronchas
similares le comenzaban a aparecer en el otro brazo, además de la parte
posterior de su cuello. Nadie más que yo estaba a su lado en ese
momento, y sus dos manos estaban totalmente ocupadas con el reloj.”
Zoë invitó a Harry Price, el famoso investigador psíquico, para que
pudiera investigar a la chica en Viena. Quedó tan impresionado que
invitó a Eleonore y la condesa a visitar a su Laboratorio Nacional para
la Investigación Psíquica en Londres. Hicieron el viaje en septiembre de
1926, donde los incidentes fueron presenciados por varios científicos y
periodistas de renombre. Uno de los puntos a tener en cuenta es que
Price observó que el pulso de Eleonor pasaba de 75 a 95 latidos por
minuto después de cada incidente poltergeist. Pero en 1928, la actividad
paranormal despareció misteriosamente, sin ningún tipo de explicación.
Eleonore experimentó un crecimiento físico y mental excesivamente
rápido, convirtiéndose en una peluquera de gran éxito regresando
definitivamente a Rumanía donde más tarde se casó viviendo una “vida normal”. Zoë escribió un artículo sobre la vida de Eleonore que fue publicado en una prestigiosa revista de parapsicológica.
El informe Eleonore
El informe oficial no
encuentró signos de ningún engaño, pero sí que apuntó que se podría
tratar del propio subconsciente de Eleonore, como la fuente de los
estigmas. Sin embargo, sobre la cuestión de sus habilidades de
telequinesia, el informe no dio ninguna posible explicación. El informe
oficial decía:
“Lo que le ha sucedido a Eleonore es al parecer
esto: Durante su infancia, cuando los fenómenos llamados “poltergeist”
se convirtieron en visibles, los sencillos campesinos afirmaron que se
trataba de Dracu (el diablo), lo que hizo que el subconsciente de la
niña se obsesionara con la idea de los latigazos, mordeduras, etc…, que
los campesinos ignorantes dicen que se trataba de las manos o los
dientes de Dracu. Hemos descubierto la causa de los estigmas. Pero me
temo que no hemos podido presumir de haber desentrañado el misterio de
los movimientos telecinéticos de las monedas, etc… Hemos demostrado que
simplemente suceden.”
Nadie sabe a ciencia cierta lo que le
ocurrió a Eleonore, algunos expertos sostienen que tuvo una infancia
traumática que podría haber provocado las emociones negativas que
desencadenaron los fenómenos paranormales, otros mantienen que tenía la
capacidad psíquica de la psicoquinesis creando ella misma la actividad
poltergeist, incluso algunas personas afirmaron que realmente estaba
poseída por un verdadero demonio. Pero sea por el motivo que sea
Eleonore fue víctima de misterios fenómenos paranormales.
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